sábado, 23 de junio de 2012

Hacia una Nueva Configuración de la Seguridad Social (I)


Nuestro país a partir de la ley de regulación de la Medicina Prepaga N° 26.682 promulgada en tal fecho y su decreto reglamentario N° 1993/2011, ha entrado a una reforma del sistema innovadora, novedosa, desafiante.

Por un  lado el mercado de la medicina prepaga, antes discurriendo con reglas impropias de la actividad, ya que se trataban de contratos  comerciales supervisados por la secretaría de comercio, lejos de la regulación y el alcance de la superintendencia de servicios de salud; por otro las obras sociales de dirección que como una especie diferente, necesitaban una red prestadora más importante, porque por definición cuentan con más y mejores recursos, y luego las obras sociales sindicales, icono indiscutible de la seguridad social.

Allí, comienzan los enredos cuando por acción de la desregulación y su posibilidad de traspasos entre agentes del seguro, abrió el mercado a los jugadores privados, quienes tentados por el denominado “descreme” ofrecieron a los usuarios cautivos del agente del seguro, la posibilidad de migrar a un sistema donde pudieran contener unas necesidades diferentes, en definitiva una segmentación adecuada.

La nueva regulación, nos pone a todos en un sistema de incertidumbre: ¿hacia dónde se orienta la seguridad social? Aquí reina un profundo silencio. La superintendencia, como puede, trata de ir cumpliendo con lo que el reglamento de la ley establece, pero aún le falta un nivel de respuesta que pueda arrojar un poco de certidumbre. Las preguntas se responden a pedido, sin hacer propicias las preguntas de los agentes del seguro para ampliar como conocimiento nuevo lo respondido.

Las prepagas que tienen que presentarse en el registro y comenzar a recorrer el largo espinel que recorre silenciosamente todo el sistema de obras sociales, lo  hace a paso cansino. De hecho la superintendencia, a emitido una intimación a manifestar los precios de los planes para mayores de 65 años, lo que a cualquiera le hace pensar que lo exige el agente regulador… seguramente por la poca respuesta que deben estar formulando frente a pedidos de incorporaciones.


Es cierto que hay un aporte en este sentido de la nueva regulación, ya que por lo menos establece una canasta básica de prestaciones, el denominado PMO, el que ahora está claro que ayuda a generar una vara par medir a todos. (continúa)

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